De hombres, zapatos y obsesiones...




Como diseñadora de moda y actualmente de diseñadora de calzado, he desarrollado una sensibilidad especial (o mas bien debilidad) por los zapatos, sin embargo, al llegar. a Barcelona y dejar atrás mi carro, he dejado también(por desicion propia) los taconazos para ocasiones especiales, la verdad es que no se caminar por la calle en tacones, me resulta doloroso y difícil, por lo que en el día a día, voy de taco bajo o completamente plana...


El hecho es que el otro día, me compre unos zapatos bellisimos, súper raros y a muy buen precio, una especie de reedicion de unos zapatos de trenza muy chulos. El día ha llegado, me puse mis zapatos y me fui caminando desde casa a el mercado del clot, con tan lindo día que hacia, como no aprovecharlo?  Pues bien, me fui con mucha calma, pare en la sagrada familia, tomé una que otra fotografía, en fin disfrutando todo, hasta que vi la hora y me quedaban 20 minutos para llegar al clot y no había ni llegado a los encants!, apresuré el paso en cuanto pude, logré llegar a la mercería, compré lo que necesitaba y me tomé una caña en la plaza del mercado.

La hora de regresar ha llegado, me dispongo a caminar con mucha calma, siempre me gusta descubrir los barrios de barcelona con calma, en lo que voy llegado a los encants, una pequeña molestia empieza a aparecer en mi pie derecho, digo en mi interior: "que raro, debe ser que como son nuevos".... Sigo caminando y noto que me empieza a doler el pie izquierdo, en el mismo lugar, inmediatamente mis clases de ergonomía y de producción vinieron a mi mente, " la importancia de una buena horma es fundamental" sin embargo, sigo caminando, ya estoy menos lejos de casa, ni modo hay que lograrlo!! Ya para cuando llegué a la sagrada familia, sentía un dolor insoportable, de esos que solo soportas cuando sales a bailar y es lo "políticamente correcto" bueno, de esos.
Llego a casa y me quito los zapatos odiandolos con toda mi alma... Como pueden hacer tanto daño si son planos!...
El hecho es que mas tarde quedé con un amigo para tomar una copa y me pregunta por mi día, al contarle, la pregunta típica de los hombres surge: como pueden usar un zapato que les hace daño? Como pueden andar por la vida así de incómodas y pasando trabajo?? No las entiendo de verdad...

Tras pasar por unos segundos de ira femenina, me detuve y pensé: mira, te lo pongo de esta forma: las mujeres o por muy inteligentes o por muy tontas, estamos programadas para soportar el dolor, a fin de cuenta, nosotras somos capaces de soportar el dolor de un parto!... Los hombres (no todos) son como los zapatos de tacón alto, cuando los ves por primera vez son absolutamente perfectos, el complemento ideal para tu vida, te sientes feliz, realizada, completa. En fin, mas mujer que nunca... Una vez que pasa el tiempo y empiezas a usarlos, aparecen las fallas, pero aun así, los quieres tanto que piensas que pueden amañarse y aptarse a ti, de tanto empeño, te empiezan a hacer daño, hasta el punto en que no los quieres ver mas, pero aun así, no eres capaz de dejarlos ir así que la pregunta no debería ser como soportan unos zapatos que les molestan sino, como no son capaces de deshacerse de lo que no les sirve.

Sin embargo, creo plenamente en que cada quien sabe en lo que se mete y si no, lo aprenderá con los años (o con los dolores ) que le produzcan, además con el paso del tiempo, algo se ablandaran y si no, tu te acostumbrarás, siempre y cuando el daño no sea demasiado trascendental.

En cuanto a los zapatos, siempre puedes estirarlos con medias gruesas, meterlos en el congelador con papel de periódico mojado (receta de la abuela para estirar zapatos) o amañarlos con el tiempo.

Zuhey Hernandez